Las joyas son y no son un asunto estacional; condecoran el invierno del mismo modo que lo hacen con el verano, las mañanas de primavera y también los atardeceres de otoño, hay una joya para cada ocasión y una ocasión para cada joya y hay colecciones que nos tocan el alma porque hay joyeros con David Yurman.
Yurman nació en Bronx, en el corazón de la ciudad más cosmopolita del mundo, Nueva York, y allí fue donde su creatividad comenzó cultivarse, desde niño; en los 70, esa creatividad alimentada a lo largo y ancho de su primera treintena de vida, encontró el ámbito y el camino en el que hacerse presente y joya para seguir creciendo a base de inventarse y reinventarse en cada colección, en cada joya, en cada piedra, en cada reloj...
Y así llegamos a la primavera de 2015, momento en el que David Yurman matiza la esencia de sus lujosas colecciones para proponer una nueva que disminuye la sofisticación en beneficio de la belleza de la naturalidad. Para presentar esta nueva colección, David Yurman cuenta con la bella modelo noruega Hanna Sorheim que posa con la dulzura y el encanto que la caracteriza frente al objetivo de Matthew Brookes.
Las pulseras se multiplican en la muñeca del mismo modo que los collares y colgantes ganan vueltas alrededor de nuestro cuello; los anillos toman nuestras manos desde el dedo meñique al índice de modo indiferente e indistinto y lo hacen a juego y coordinados con los pendientes que culminan nuestro enjoyado outfit.
Perderse entre las joyas de David Yurman es siempre un placer, pero hacerlo entre piezas cuya funcionalidad sorprende y encanta porque toman el día y la noche del mismo modo que lo hacen con la etiqueta o el día a día, es además una tentación... advertidas quedáis.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11