El brillo de Paula Mendoza es el del oro en el que vuelca su creatividad dando forma a piezas únicas desde su Colombia natal, lugar en el que ha instalado su taller de joyas.
A la vista de sus últimas propuestas, el ser colombiana marca de manera clara y rotunda el aire de sus joyas que es, esencialmente, étnico y tribal; claro que no se ciñe a la inspiración indígena en exclusiva sino que va mucho más allá, tanto más allá que llega al Antiguo Egipto.
Brazaletes anchos que ciñen muñecas con algún detalle en piedra preciosa, y otros de mil cuentas y casi otras tandas vueltas alrededor de la muñeca, por hablar de las gargantillas abiertas y pendientes infinitos. Las propuestas doradas de Paula Mendoza visten más que complementar y lo hacen con tal elegancia que resulta difícil pensar en cualquier atuendo que no sea uno que tienda a lo sencillo.
Los materiales esenciales de sus colecciones son el oro como base e hilo conductor de cualquier joya y el verde de las esmeraldas como piedra preciosa única, trabajada a mano como se trabajan a mano todas las piezas de la firma Paula Mendoza.
La inspiración tribal tiene mucho de evocadora y un profundo significado tras sus símbolos; ninguna de las formas ni colores es de un modo y no de otro por casualidad o capricho, tampoco únicamente por la búsqueda de la armonía y la belleza en la composición final; en el Antiguo Egipto el exceso en los adornos significaba a quien lucía las joyas como su ausencia lo hacía con quien no las llevaba; los grandes brazaletes y collares gruesos eran muy de Egipto y Cleopatra mientras que las piezas de cuentas, ya sean en oro como si intercalan esmeralda o azabache, evocan las representación de la serpiente tan recurrente en el país del Nilo.
El oro de Colombia trabajado por Paula Mendoza en base a ideas de aquí y de allá es, sin duda, una gran idea para enjoyarse.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12