Sólo dos legados duraderos podemos dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas, decía Hodding Carter, y extendemos las alas levantando el vuelo con el arraigo en el alma… en la muñeca o colgado al cuello.
Y es que a las joyas, más allá de su belleza y sentido decorativo, las ha acompañado siempre una importante simbología que ha ido evolucionando al calor de los usos y costumbres de las diferentes civilizaciones, desde que el hombre es hombre allá por la prehistoria, pasando por el descubrimiento de los metales preciosos como el oro por parte de los egipcios, hasta la universalización de la joyería y el nacimiento de la bisutería con los avances tecnológicos que supuso la Revolución Industrial.
En todo este discurrir decorados y enjoyados a lo largo de la historia, hay dos conceptos simbolizados siempre por las joyas… el poder y el amor; amor como el de Maximiliano y María de Borgoña representado en un anillo de compromiso
Ese amor y otros amores románticos o fraternos, familiares al fin y al cabo, son los que desencadenan el nacimiento de una firma de joyería artesanal absolutamente romántica y bella: Small Family.
En Small Family nos proponen lucir a la familia a diario en colgantes, medallones, collares, pulseras, gemelos... que se llenan con los diferentes modelos de smalls y cookies en oro, plata maciza o plata con baño de oro amarillo; y grabadas, porque las joyas de Small Family, además de ser artesanales, se personalizan.
Dile que la quieres… a mamá o a la abuela, a la pequeña o a tu chica… y díselo con una joya única, pensada y hecha sólo de ti para ella, es sólo un símbolo… el del arraigo y las alas.
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