Parece que fue ayer, pero hace ya un año que Victoire de Castellane nos dejó de piedra cuando descubrimos como trabajó algunas preciosas para celebrar los 50 años de Dior; era la colección Dear Dior y eran, sin duda, anillos de cuento y sueños.
Aquella colección, inspirada en el modo y la forma de entender la alta costura y el color de Christian Dior, tiene continuidad en una nueva colección más intimista, asunto éste que Victoire nos anticipa desde su misma denominación: Cher Dior.
Se trata de 21 piezas en las que reinan los juegos de forma y color que emanan de la alta costura, y es que nada más que las piedras preciosas puede rendir en brillo a la pureza y naturalidad del tejido y el color de la exclusividad en el vestir.
Brazaletes, pendientes, anillos y gargantillas lucen en la manufactura de las obras de arte y el color de sus piedras: rubíes, zafiros, esmeraldas, diamantes, turmalinas...
Cher Dior son colores de cuento, piedras de ensueño y joyería de alta costura, es el diálogo imaginario entre la magia de Christian Dior en los tejidos y la creatividad desbocada, elegante y delicada de Victoire de Castellane sobre las piedras preciosas.
Cabe que no alcancemos más que a verlas pero, dado que la observación de la belleza enaltece el espíritu y el buen gusto, observemos.
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