Annelise -así se llama ella- nació en París a finales de los ochenta. Gran década, bonita ciudad. Sus padres, artistas, hicieron de ella una prolongación de su arte, convirtiendo a la pequeña en una alumna aventajada cuando, algo más alta y desgarbada, decidió estudiar diseño de moda. Annelise pasó por algunas de las marcas más reputadas como Paul&Joe, Hermes o Vanessa Bruno, entre otras, hasta que un buen día, en uno de esos shootings titánicos que organiza la revista Vogue, recibió un encargo que se salía del guión: querían que hiciera joyas. Y lo hizo. Y desde entonces no ha parado de cosechar éxitos y aparecer en covers.
Si habéis oído hablar de los anillos falange o los “ear cuffs” –a estas alturas esperamos que sí- sabéis a qué nos referimos cuando hablamos de Annelise Michelson, responsable de que el movimiento gótico-punk se colase de nuevo en los outfits de celebs como Rihanna, Alexa Chung o Rosario Dawson, así como en el streetstyle de medio mundo. Fue en octubre de 2010 cuando la parisina decidió lanzar su primera colección Carnivore, una auténtica declaración de intenciones realizada en oro y plata en la que sobresalen diseños dentados y pseudo punkis como el espectacular collar Toxis Choker.
Todas sus piezas son limitadas y realizadas a mano en Francia con materiales 100% galos –todo muy patrio y muy handmade-. Entre sus propuestas se encuentran colecciones como Silicone Lace, donde la silicona se convierte en el elemento estrella aportando un toque divertido al look; Drops, “lágrimas” inspiradas en el gótico del XIX; Timeless, una oda a los eslabones; y Sculptural, un fantástico juego de formas rotundas y dimensiones XL.
Annelise acaba de llegar, pero ya se ha hecho un merecido hueco en nuestro mundo más loff.itero, porque si algo gusta a este elenco es aplaudir la diversidad y el atrevimiento bien hecho. Y en eso, Annelise Michelson ha sacado nota.
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