Materiales:
1 rama de árbol de un madroño.
2 bisagras oxidadas de un armario.
2 cristales de una tienda de la esquina.
Así empezaron en Swood con sus gafas de madera, tratando de crear un producto que proyectase la individualidad y la singularidad que sólo puede encontrarse en un entorno natural. Su materia prima: la madera. Su seña de identidad: la elaboración manual de piezas que por su composición y su fabricación resultan únicas.
Pero como la empresa con sede en Portland, Oregon, centro del arte y la cultura del noroeste de los Estados Unidos, es de esas compañías comprometidas con el diseño sostenible y el green thinking, esta vez y queriendo llevar a término ese lema suyo "experiment with nature", nos sorprenden con estas gafas de piedra de edición limitada.
200 unidades con una estructura de madera de abedul, sobre la que reposa una capa de pizarra, con unas lentes Karl Zeiss que bien pueden ser polarizadas, y un estuche de piel o madera a elegir, que pueden alcanzar los 300 euros.
Diseño, materiales, estética y funcionalidad, tras estas piezas atemporales, en las que se reduce al mínimo la manipulación de los materiales para así poder resaltar su textura natural.
Petrificarse nunca fue tan fácil, y está claro que así no habrá sol que se te resista.
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