Si quieres conseguir algo en la vida simplemente tienes que necesitarlo. Este es el mantra que, a día de hoy, parece haber sido el responsable de grandes proyectos que poco a poco surgen en el mundo con el fin de seguir ampliando el mercado del ingenio. ¿Un ejemplo? Lord Wildmore. ¿La clave del éxito? La miopía.
Emilio es miope, quería unas gafas clásicas pero con las que se identificase y, lo más importante en los tiempos que corren, a un precio asequible. Como de ilusiones, y menos aún de miopía, se vive, la solución estaba en ‘traer’ a casa aquello con lo que los grandes sufridores de la vista soñamos: un concepto único en España que simplifica todo el proceso que conlleva el graduar unas gafas y que, aunque no lo parezca, puede resultar una auténtica odisea.
Acude a la óptica, que te gradúen, que tengan el modelo que te guste, que te las financien… Un ritual que gracias a Lord Wildmore se traduce en un sencillo ‘click’.
Todo un proceso 100% español que te permite elegir el tipo de gafas, de visión o de sol, con la montura que mejor se adapte a tu personalidad y, en caso de dudar, un servicio que te entrega tres modelos en casa para que los pruebes y elijas con el que mejor te sientas.
Formatos vintage, una multitud de colores, materiales novedosos, como el bambú o la madera y cristales orgánicos que, además de ser la salvación de los ciber-miopes, contará con una segundad finalidad, y es que por cada compra de gafas se donará otro para aquellos niños que lo necesitan y no cuentan con recursos para ello.
Una iniciativa que demuestra que en España todavía existen luchadores con ganas de seguir ‘abriéndonos los ojos’.
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