Gafas

Las gafas de sol de Mykyta y la Maison Martin Margiela

Dos fuentes de creatividad con fuerte personalidad para una genial colección.

No es mal juego el de sumar marcas y productores de diversos mercados y adivinar cuál sería el resultado de la colaboración entre ellas. Podríamos afinar y llegar a simples conclusiones como “”de ningún modo”, “imposibles”, “fantásticas”, inútiles… pero a buen seguro muchas de esas combinaciones resultarían como poco interesantes. Como esos libros de niños y animales en los que puedes cambiar cabeza, cuerpo y piernas para crear los animales más curiosos y divertidos.

En la moda y los complementos las fusiones no son pequeños engendros, o sí, pero en este caso se suman dos fuerzas creativas con una fuerte personalidad y cuando sumas ambas cosas de una forma bien avenida aún con un gran entendimiento el resultado tiende siempre a resutar: a/ un engendro imposible, b/ algo excepcional. El caso es el B, el de un resultado excepcional. A la vista está.

Con la calidad técnica de la manufactura de Mykyta y la experiencia en crear colecciones que nos enamoran, la aportación de la Maison Martin Margiela no hace si no enriquecer la línea de las colecciones de gafas de sol de esta, muy acostumbrada y dispuesta a colaboraciones. Y es que ambas casas comparten una similar visión de los procesos creativos reinterpretando las formas clásicas con experimentos radicales en los procesos constructivos y una especial atención a los materiales, parafraseamos.

El resultado de esta fusión de espíritus creativos parejos son dos líneas opuestas: ESSENTIAL, las gafas en su esencia sin más artificio o decoración que el marco de acero inoxidable y lentes monocromas, en 6 modelos y 4 colores; DUAL, con dos piezas de acetato que se montan para crear una sola pieza y de la que nacen 4 estilos con cinco combinaciones de colores. Ambas responden a ese proceso creativo-reinterpretativo de modelos clásicos, una forma sencilla de garantizar el desarrollo de una elegante genialidad. Porque si unes Maison Martin Margiela y Mykyta, ¿qué otra cosa podría resultar? Juguemos, pero al sol.