El otoño e invierno de Chanel, si hablamos de gafas, es de lo más sugerente y atractivo porque las nuevas gafas de la icónica maison francesa son una toda una declaración de intenciones en sí mismas, su estilo tiene un toque retro que nos traslada, actitud mediante, a otro tiempo, el de los rockabilly, el de Elvis y, puestos a pensar en estilo rockero, incluso a Grease porque ¿qué era Travolta en aquella mítica más que un rockabilly de corazón romántico?.
Ese estilo de dureza impostada y falsa chulería que escondía una esencia bella y transparente es en el que se impira la nueva colección de gafas de Chanel, una colección que nos llega de la mano de la modelo holandesa Luna Bijl y del propio (e incombustible) Karl Lagerfeld; no nos digas que Luna con sus grandes gafas (ya sean de sol o de ver), su pañuelo anudado en la cabeza de diferentes modos y encaramada a un coche que no se ve del todo en las imágenes pero cuya presencia es innegable, no te recuerda más de una escena de Grease, a la propia Olivia Newton John.
Este es el modo en el que Chanel nos sugiere mirar al invierno: con gafas grandes y bellas tanto si son de sol como si son ópticas y con una actitud retadora y descarada, elegante, sugerente y atractiva que se vea por fuera y acabe dominándonos por dentro fulminando de una mirada las pocas ganas que nos deja siempre el frío...
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