El don de la elegancia.

Roberto Verino, el modisto de la elegancia aun en los estilos más casual, estrena web y lo hace llenándola de primavera; paseando, en telas y tejidos sobre figuras delineadas en carboncillo y fondos de acuarela, la colección de primavera verano del año que nos ocupa, la que encontramos hoy y ahora en sus tiendas, ahí, al alcance de nuestra mano y coming soon en su shop online.

Roberto Verino es uno de esos creadores que recuperan, con su buen hacer y elevada creatividad, el espíritu del renacimiento en cuya esencia descansa el cuidado, alimento y mimo de las ideas antes que nada y por encima de todo para, a continuación, darles forma en la técnica que fuera o fuese.

Verino es modisto con firma y sello desde el 82, cuando presenta su primera colección prêt à porter y tras su paso por París, en el que se impregnó de un gusto por la elegancia y estilo que ya no se despegará nunca de sus colecciones. De 1982 a 2012... treinta años de crecimiento y creatividad, de nuevas ideas y sorprendentes proyectos, de premios y reconocimientos; sus colecciones femeninas, su bandera, casi siempre en Cibeles, también con sus propuestas para ellos, calzado, complementos, perfumes... y de vestir el cuerpo a vestir el hogar con sus propuestas de interiorismo, para llegar después al vino, Gargalo, que estrena logo en 2012.

Roberto Verino es, como marca y firma, bello y útil; nos visten sus tejidos, lucimos sobre su calzado, presumimos en sus perfumes, vivimos en sus propuestas para el hogar y saboreamos su vino; Verino es, sin duda, estilo de vida loff.it.

Nos quedamos hoy en sus propuestas para vestirnos y lucirnos, las de primavera, con las que inaugura su web: se trata de una colección de viaje y vacaciones que nos viste cómodos para el viaje, guapos para las vacaciones y siempre con ese punto de elegancia y buen gusto tan de Verino.

Para el viaje, ellas en chaquetas de traje pero sin traje, combinadas con pantalones estrechos, piratas o faldas rectas de largo justo y sandalias con casuales y cómodas plataformas; ellos en vaqueros o pantalones de camel a tierras con camisas sueltas lisas o en discretos cuadros con algún guiño de color, chaquetas de corte safari y algún foulard;

Para las vacaciones, ellas en vestidos largos, hasta el suelo, en rosas o tierras... también en rosa fuerte, fucsia, vestido corto de talle ceñido y de evocación cincuentera... ese glamouroso estilo que tanto nos gusta; ellos, en chaqueta sastre, con o sin traje y corbata opcional, grises, negros, camel y también alguna chaqueta de punto de verano.

Con propuestas así... ya no hace uno pereza para preparar las maletas.

Roberto Verino

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