Los años 20 marcaron un antes y un después en el atletismo. Algunos deportistas finlandeses, a los que se empezó a conocer como “flying finns” –término con el que luego se conocería a los pilotos de rally- entraron en la historia por sus numerosas victorias y sus saltos increíbles. Todos ellos, capitaneados por Paavo Nurmi, quien obtuvo 12 medallas olímpicas, compartían técnicas de entrenamiento, capacidad de esfuerzo y sacrificio. Y también sus zapatillas: unas Karhu.
Gracias a ello la marca Karhu se posicionó en los años 50 como el fabricante líder mundial de zapatillas atléticas. En esa misma época, decidió mantener el oso de su logotipo y vender una de sus señas de identidad, las tres rayas que ahora lucen las zapatillas de Adidas, por un par de botellas de whisky y unos 1.600 euros.
Fue entonces cuando registraron una M como símbolo y referencia a la inicial de los dos diseñadores de la firma, los hermanos Mäntylä. Y a día de hoy sigue apareciendo en todas sus líneas. Este verano la marca ha reeditado su modelo Fulcrum en dos colores, blanco y naranja.
Una zapatilla que encandilará a los nostálgicos y llamará la atención de los modernos amantes de la moda retro. Karhu, que significa oso en finés, nació en 1916 y vuelve esta temporada dispuesta a escribir otra página en su historia.