Valentino es, como no podía ser de otro modo, una de esas firmas que no sólo sabe cuidar el modo en que nos cuenta sus propuestas sino que además lo hace imprimiendo su esencia en cada una de esas historias que son, en realidad, sus campañas.
Cuando se trata de presentar su colecciones de complementos, Valentino lo tiene claro, no busca bodegones complejos ni fondos fuera de lo común sino que toma el primer plano de la campaña -sus productos- y los convierte a su vez en el fondo de la misma; el resultado, además de sorprendente, es bello e incluso romántico, como la presentación de sus complementos de primavera y verano del año en curso.
Valentino imprime Hawaii en sus bolsos, calzado y complementos y, al tiempo y a la vez, lleva esos prints al fondo de la campaña; tonos cálidos y a la vez suaves, verdes, azules y naranjas, tonos propios de los climas ricos y cálidos, propios de Hawaii.
Los prints hawaianos de esta colección son además diversos, hay clutchs que representan los cálidos atardeceres en la playa y otros que abrazan tonos más de día en verdes y azules que representan las mañanas y sus tardes con el sol en todo lo alto; bolsos grandes y pequeños y monederos de lo más original completan una colección a la que por no faltarle no le faltan ni tan siquiera las clásicas chanclas de mar y verano.
Y todo este mundo evocador toma bolso y zapato en la artesanía de alta calidad que firma siempre Valentino, una marca que ha logrado aglutinar la creatividad en el diseño con la maestría artesanal en la fabricación de esos diseños dando como resultado colecciones completas que no pecan de clasicidad ni tampoco de vanguardia sino que se deleitan en el maravilloso equilibrio de ambas ideas.
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