La elegancia, y también la nobleza, suele elevarse sobre tacón alto desde que a ellos se subieran Catalina de Medici y Madame Pompadour; sobre una altura considerable llegó a caminar también el rey francés Luis XIV que compesaba así, en lo posible, su baja estatura con el tacón de sus zapatos.
Pero, más allá de su utilidad para hacernos sentir más altos, lo cierto es que el tacón tiene mucho de fetiche, tanto y tan poco tardó en descubrise que hubo en su tiempo leyes que condenaban el uso desmedido del tacón, era ilegal y el castigo que se infringía a la insensata que decidiera saltarse esta ley era el mismo que sufrían las brujas...
Claro eso es historia y hoy casi consideramos delito la antítesis del tacón si de vestir de etiqueta se trata; hay además maestros zapateros cuyo arte en el tacón es tan bello como incuestionable y entre ellos se encuentra, junto a Louboutin, Jimmy Choo o Manolo Blanikh, Rupert Sanderson.
Este diseñador de zapatos inglés, intensamente enamorado del arte en el calzado italiano, fundó su propia compañía en 2001 y, desde entonces, ha ido conquistando a más y más mujeres gracias a sus diseños siempre bellos y elegantes, confeccionados en materiales naturales y de manufactura perfecta, hechos siguiendo los cánones y preceptos del incontestable diseño italiano.
La próxima primavera no se salta ninguno de los parámetros anteriores y nos eleva sobre deliciosos salones, sandalias de escándolo o cuñas para quienes optan por un paso un punto más informal, que no por ello menos elegante. La colección incluye, además, el bolso a juego.
Y si los diseños de Sanderson son como para llevártelos puestos no es menos espectacular su modo de mostrarlos, imágenes sugerentes en las que el protagonismo está tus pies; las fotografías son obra y arte de Eddie Wrey.
Si quieres pisar alto, Rupert Sanderson tiene los zapatos que buscas.
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