El modo en que Armani nos muestra sus propuestas de primavera, nos sorprende por lo minimalista del entorno -fondo plano- y lo sugerente de las poses de las modelos que no son en realidad poses sino un continuo movimiento.
Armani se contrapone así a lo estático e inmóvil que sugiere anclaje a un tiempo ya pasado y dota a su campaña de el ritmo de vida loco al que empujamos cada día.
Más allá de este modo sugerente de contarse, lo que descubrimos en cuanto a propuestas de fondo y frontal de armario es que Armani no renuncia jamás a la elegancia y la reconocemos tanto en los vestidos sueltos y vaporosos como en los que van más al cuerpo y también en los pantalones estrechos que se acompañan, en algún caso, de chaqueta sastre. No abusa del tacón, lo que dota a su elegancia de una importante dosis de funcionalidad.
Si buscas la elegancia clásica de siempre con el gusto y empaque de las tendencias más actuales, Armani tiene mucho que contarte.
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