Completamente abarrotada. Así estaba Shibuya mientras Tokio se desperezaba y aquel forastero paseaba sus calles, confuso y sin saber cómo había llegado hasta allí. Tokio Blues. Japón. Murakami y posiblemente una pastilla a deshoras en algún bar de mala muerte de Barcelona. Surreal. Como aquella película de Sofía Coppola o los esmaltes con brillantes de las japonesas.
Vio su reflejo en un escaparate, sonrió. Llevaba su sudadera de la universidad, los Levi´s desgastados que le había comprado Antía y unas Mexico 66 Tiger Onitsuka que no recordaba haber visto nunca. Se sentó en la acera medio mareado, recordando sin querer los hitos sesenteros que tantas veces había oído relatar a su madre. Y pensó en Kennedy sobre aquel coche descapotable en Dallas, en el Mayo francés, en la Odisea de Kubrick y en el Apolo XI del 69. Y se durmió.
La marca japonesa, Tiger Onitsuka, nos devuelve esta primavera-verano algunos de sus clásicos más celebrados de la mano de dos colecciones en tejidos naturales muy suyas: Kakishibu, en tonos tostados, y Aisen, en azules tinta. La firma rescata sus modelos de running y street en una versión retro perfecta para combinar con looks de esos que comúnmente conocemos como “arreglados-pero-informales”.
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Momento muy Loff.it, muy #lifesoundsgood: para los incondicionales de Haruki Murakami, de su Tokio Blues y de los Beatles… “Norwegian Wood”.
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