Una relación íntima, de esas que se forjan en el ámbito profesional y que acaban extendíendose hacia los negocios de los sentimientos, con valores que compartir y un mismo sueño que fabricar. Así es la relación que mantienen Margaret Howell y el fotógrafo Koto Bolofo que, una vez más, se hace cargo de una campaña donde la primavera-verano se pinta de blanco y negro.
Y es que los zapatos de Margaret Howell son todo unos clásicos entre los amantes del calzado, aquellos que apuestan por un diseño exclusivo pero, ante todo, por una comodidad que le permita percibir casi el asfalto en sus pies. Una filosofía que siempre ha formado parte de la que da nombre a la firma, considerándose a sí misma una amante de la moda artesanal y del impecable estilo ‘british’ que se desborda en cada una de sus propuestas.
Precisamente Inglaterra, exactamente Northampton, ha sido el lugar elegido para dar pie a un trabajo con carácter, elegancia y sofisticación que muestra la pureza de un trabajo artesanal que emplea técnicas generacionales para dar forma a uno de los complementos principales que permiten ‘pisar’ con fuerza el día a día de los meses que están por llegar.
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