Los zapatos rojos de Dorothy o los de Andersen, las botas del gato del marqués de Carabás, las de siete leguas o las babuchas de Aladín... y por su puesto el zapato de Cristal de Cenicienta; no son pocos los zapatos que pueblan la literatura infantil y son sin duda los que dan lugar a los de Louboutin, los de Jimmy Choo, a los manolos, a unos Stuart Weitzman... o a unos Lodi que caminan una larga historia ya desde que en los 70 dieran sus primeros pasos y guardan en sus suelas la magia de los cuentos y el buen hacer de los mejores zapateros españoles.
Cuando nos dejamos atraer y llevar por la campaña de primavera de Lodi, Cenicienta salta como un resorte en nuestra mente, cabe que influya el hecho de que es moda y tendencia además de estreno cinematográfico de temporada, pero también porque los zapatos de Lodi, de haber sido de cristal, bien hubieran podido ser los del cuento. Y es que la colección de primavera y verano de Lodi excede los límites de lo elegante y lo bello convirtiendo sus piezas en oscuros objetos de deseo, en absolutos fetiche y en un capricho que no puedes negarte.
Sandalias y salones mandan mientras las pulseras al tobillo seducen; la plataforma se reserva para el pie al aire mientras los salones lucen pedrería o toman forma en un sugerente y elegante blanco y negro que evoca a Chanel. Y siempre, por encima de todo y sin lugar a dudas, tacón porque la elegancia y la sofisticación siempre se elevan unos centímetros del suelo y es impensable caminar hacia el futuro sorprendiendo a cada paso si éste se da a ras de suelo.
Además con Lodi sabes que no hay temor a la altura del tacón porque hablamos de zapatos hechos en España con la mejor materia prima, los patrones más adecuados y un cuidado en la manufactura propio únicamente de las grandes firmas, firmas como Lodi.
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