Los zapatos son un complemento esencial, en el ámbito de lo femenino lo tenemos claro y nadie duda de lo fetiche de un tacón pero lo cierto es que el asunto no es diferente si hablamos de calzado de hombre, obviando el tacón, claro está.
El zapato inadecuado o descuidado estropea el mejor de los estilismos; llevar un traje sastre perfectamente encajado en hombros y cadera con el pantalón del ancho y largo justo y necesario, fruto de la artesanía italiana y cortado en tejidos de alta calidad, puede convertirse en una vulgaridad si descuidamos como remata el pantalón a la altura del zapato; igualmente un outfit casual en el que mandan los jeans con camisa o polo e incluso con una chaqueta sastre de corte funcional puede convertirse en un estilismo de esos denominados como smart casual, que rozan la etiqueta sin caer en ella, si el zapato pone el punto justo de elegancia.
Y para no equivocarte nada como contar con una firma como Louis Vuitton para calzarte; el célebre maletero francés, en su soberbia gama de productos creativos y artesanales en piel, incluye una colección de calzado masculino que ofrece un rango importante de diversidad; Patina es el nombre aglutina sus propuestas de otoño e invierno y entre sus propuestas encontrarás tanto los zapatos perfectos para tus trajes –de día a día y oficina o de etiqueta- y para tus jeans –para los de día a día y cierta elegancia funcional y para los de fin de semana y relax-.
Diseño, artesanía y calidad protagonizan su propio aquelarre para dar lugar a una colección de calzado de las que marcan la diferencia: belleza y elegancia además de un extra de comodidad que convertirán a tus pies no sólo en tus grandes aliados para caminar la vida sino el punto de distinción de tu estilismo.
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