Elegancia relajada y cómoda, desenfadada, sencilla, natural, estilosa, sugerente, atractiva... Somos fans de la elegancia, nos encanta el buen vestir y el calzar con estilo pero nos incómoda y preocupa el modo en que la elegancia suele ligarse siempre a la etiqueta y la sofisticación, algo que convierte más veces de las que nos gustaría el vestir elegante con vestir incómodo... Claro que aquí está La Parisienne Longchamp para recordarnos que hay otra manera de vestir elegante, que lo elegante no es el vestido de turno ni el tacón kilométrico en sí, lo elegante eres tú, la elegante eres tú... o no.
La Parisienne se queda con lo mejor del glamour francés, su elegancia, y rechaza el exceso sofisticado en el que en ocasiones se zambulle, lo exagerado y lo excesivo no tienen nada que ver con la Parisienne de Longchamp que se rinde por completo al encanto y la naturalidad, al color y al estilo desenfadado sin renunciar jamás a la elegancia.
Glamour moderno, dicen en Longchamp, un glamour que viste blazers y cómodos pantalones, monos ligeros, bolsos cruzados, sandalias planas, gabardinas aterciopeladas por si las noches de primavera refrescan, vestidos de punto, chaquetas safari de ante, shorts, pantalones también de punto, zuecos, sneakers, sandalias planas o de tacón y bolsos de todo tipo y estilo. Todo muy Longchamp, muy de glamour moderno y de elegancia relajada.
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