Poppy Delevingne, la hermanísima de Cara, ha viajado a París para poner cara y pies a la colección de otoño e invierno de Roger Vivier, una célebre firma de complementos y accesorios francesa que busca acentuar su aire internacional sin perder su glamourosa esencia parisina.
Roger Vivier es una de esas firmas que no sólo tiene historia y esencia propia sino también una identidad muy definida lo que la convierte en un sello de los que marcan estilo. Si Roger Vivier es puro estilo de París -esa mezcla tan especial de glamour, elegancia y sofisticación que huele y sabe a la ciudad de la luz-, Poppy Delevingne, británica de nacimiento y afincada en Los Ángeles entre celebrities holliwoodienses, es pura modernidad en todos los sentidos, no es una modelo al uso, es una mujer que si bien no ha logrado quitarse la etiqueta de 'hermana de', ha aprendido a convivir con ella sin que suponga una carga, es más convirtiéndola en una ventaja.
Poppy Delevingne voló de Londres a Los Ángeles para vivir a su aire basando su popularidad en su vida en redes sociales; es precisamente esa vida en redes sociales, además de su innegable encanto y su belleza, lo que atrajo la atención de Roger Vivier hacia ella, y es que la firma francesa tiene estilo, tiene historia, elegancia, clase, diseño y un producto de alta calidad y lo que necesita es presentarlo a las nuevas generaciones ¿qué mejor cómplice que una it girl internacional como Poppy Delevinge.
La campaña, que es obra y arte de Victor Demarchelier, es de una belleza magnífica, las imágenes de Poppy Delevinge con la Torre Eiffel al fondo resultan de un romanticismo excepcional y son atractivas a rabiar; si algo nos deja claro esta campaña es que si quieres elgancia y glamour, comodidad, encanto y belleza en tus zapatos (y en tus bolsos y otros complementos), quieres unos Roger Vivier.
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