Este otoño la maison francesa nos trae una reinterpretación de sus clásicos eternos, de la mano de dos jóvenes iconos de las nuevas generaciones: la actriz Michelle Williams y el diseñador Nicolas Ghesquière.
Michelle Williams, que triunfa en Broadway con otro clásico, el musical Cabaret, presenta los míticos bolsos Capucines y Lockit en su versión más actual. Se trata de los dos bolsos lanzados en los años cincuenta y reinventados temporada tras temporada entrado el siglo XXI. Michelle, retratada por Peter Lindbergh, presenta los nuevos colores azul claro, cobalto y rosa bebépara el Capucines, y beis y negro para el Lockit, los nuevos tonos soñados por Nicolas Ghesquière, el sustituto de Marc Jacobs en la firma.
El mito del Capucines, que lleva el nombre de la calle parisina donde se abrió la primera tienda Vuitton hace 150 años, parece hecho para una mujer joven, segura, sencilla y elegante, como la joven actriz embajadora de la firma. En sus líneas clásicas cabe todo: el smartphone, la tablet, el maquillaje, y todo lo que una mujer moderna necesita.
Por su parte, el Lockit que lanza Ghesquière conserva sus señas de identidad, la cremallera curvada y el cierre con candado que tan famoso le hicieron, pero se renueva con el asa en auténtica piel de pitón.
Louis Vuitton se pone al día con estos dos bolsos pero mantiene la calidad en sus materiales, piel de becerro para los Capucines y cuero de becerro cachemire para los Lockit, la fabricación cuidada, el teñido perfecto, el terminado impecable y ese diseño limpio, sencillo y elegante que hacen de la maison la reina de los complementos.