Versace no sería Versace sin el barroco y sin su Medusa y es que la sofisticación de esta firma italiana no se basa en la elegancia clásica ni en los diseños vanguardistas, no tiene su origen en la calidad de los materiales ni en su manufactura, aunque ninguna de estas cuestiones se cuestiona cuando hablamos de Versace; lo que hace a la firma que lo fue de Giani y lo es de Donatella, Versace ambos, diferente, única, excepcional... es el barroco y esa es la razón por la que el bolso que hoy os mostramos hace a Versace tanto como Versace hace el bolso.
Negro, un color incontestable. Formas depuradas, como muestra de un diseño contemporáneo. Y hasta aquí un bolso como tantos. Pero sólo hasta ahí.
Hay dos detalles que hacen que no sólo no sea un bolso más sino que sea de una excepcionalidad que lo hace único, la medusa como cierre -santo y seña de Versace- y el bordado, ese dibujo geométrico y complejo, antiguo, bello e intenso como la misma vida. Y barroco.
Su exterior es 100% piel y su interior 66% lana virgen; el bordado domina el bolso salvo en su tapa superior, por encima de la medusa la piel lisa remata esta deliciosa creación. 30 centímetros de lago, 15 de ancho y 27 de alto, asas para ser bolso de mano y correa larga para echártelo al hombro, todo piel, todo artesanía, todo barroco, todo Giani y Donatella...
Embroidered Baroque Palazzo Empire bag es el bolso del momento y de todos los momentos porque lo es de pura elegancia hoy y cualquier otro día, es una de esas piezas que resuelven cualquier outfit con la distinción debida y que nos complementan siempre con tanto arte que las cosas del vestir importarán muy poco con una pieza tan excepcional para lucir colgada de la muñeca, en la mano o al hombro.
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