Bolsos

Una de clásicos

El otoño de Longchamp: clasicismo, historia y contraste.

Una habitación con suelo de parqué y paredes envejecidas es lo único que ha necesitado Longchamp para presentarnos sus propuestas de otoño. Una temporada cargada de clasicismos, historia y contrastes.

Dicen que los meses que nos esperan forman parte de una de las estaciones más especiales del año, capaz de aunar los recuerdos del aún reciente verano con la ilusión de comenzar de cero en el ‘nuevo curso’. Deseos, objetivos, sueños… una temporada muy especial y que en el mundo de la moda cobra su particular protagonismo.

Las firmas se ponen manos a la obra con proyectos que nos ‘arropen’ en el reciente frío y que, ante la indecisión de temperaturas, sea capaz de sacarnos a la calle sin parecer auténticos marcianos. Longchamp lanza su lookbook basándose en una serie de principios fundamentales para alcanzar el éxito: predominio de lo básico en prendas, arriesgo en la mezcla de tendencias y el la presencia constante de los grandes hitos de la firma.

Bolsos y piezas elaborados con los mejores materiales, con acabados impecables y adaptados por completo al entorno que está por llegar, tanto en colores oscuros, como el negro o el berenjena, como en formas. Una jugada de los grandes clásicos…