Gold Python
Bolsos

Perfume de mano

Cuando el diseño es igual a unas gotas de inspiración, y una parte de belleza.

La inspiración, ese “efecto de sentir el singular y eficaz estímulo que le hace producir al artista espontáneamente y como sin esfuerzo”, ha sido cosa discutida desde el período helenístico y la cultura hebrea.

Los dioses, las musas, el genius de Young , el sentido natural o el ingenio que permite encontrar una unidad en las percepciones, que decía Locke, han estado, están y estarán ligados al mundo del diseño en todas sus vertientes.

Así cuando uno busca inspirarse, cualquier motivo es bueno. Una canción, un libro, unos versos, un color, una fotografía, incluso un perfume. La cosa es conectar lo esencial de lo inspirado al objeto, para que la transmita.

En el caso de Marchesa la cosa podría haber sido difícil, pero sin embargo su evidencia es tan exquisita como bella. El olor a fresias, flor de iris, violetas y azahares de su Parfum d’Extase jugaron su papel en el nombre. Pero fue el frasco, una suerte geométrica con forma de gema con detalles de cristales, el que la marca supo descontextualizar para diseñar su nuevo Iris bag.

Un bolso de mano hecho en Italia,  que se podrá adquirir a partir de la primavera de 2013 por valor de 2.475 euros, en sus modelos Paisley Lamé, Gold Python y Ocean Stingray.

Y así formas que evocan, aromas que sugieren, bolsos que visten y estilos que perduran.