Y rubia también. Así lo ha establecido Versace para el próximo otoño a través de hechos que poco dejan a la imaginación y al reproche. Dos colores en dos tipos de mujer que la temporada que llega se vestirá solamente a base de seducción y dominio.
No existen elementos o entornos que den pie a la distracción. Aquí el juego de cuero, charol, tachuelas, pedrería y pieles son los únicos protagonistas sobre una Kate Moss que posa para Alas y Piggot vestida por tres bolsos acolchados y la dominante Saskia de Brauw con vestidos entallados y chaqueta de cuadro inglés.
Una oda a la provocación y al poder de la mujer que caracteriza a la fémina de la marca italiana, donde lo único que importa es destacar el dominio de la mujer sobre la moda en pleno siglo XXI…. ¿Alguien se atreve a llevarle la contraria?
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