Geometría. Más allá de la intuición. Método sin errores. Heródoto, Euclides, Descartes. Sistemas axiomáticos. Poliedros. Octógonos. Ocho lados, ocho ángulos. Perímetros, apotemas. Conceptos que sumados, configuran una marca que en un año de vida, y a pesar de la rigidez geométrica, crece y desarrolla nuevos conceptos que parecen sacados de un libro de cálculo.
Atraídos por la estructura y probablemente también por el brillo del diamante, Octa proyecta líneas que toman forma en la piel, que se guían por parámetros matemáticos y que dan como resultado, piezas simétricas, rigurosas, y con una gran fuerza visual.
Y así mujeres de gusto manifiesto hacia la angulosidad, combinan elegancia y cierto minimalismo a través de estos diseños que buscan, como los diamantes de Marilyn, algo más que una relación de amistad. Que así lo cuentan desde Octa, y a nosotros es algo que no nos cuesta imaginar.
Asas de piel, cadenas, superficies surcadas o en relieve, consiguen que verdes, turquesas, naranjas y blancos rotos, den además de color, identidad a la colección de este su primer otoño/invierno. Que esta vez acaba en 14, y en el que la firma tailandesa consigue conquistar el mundo de los complementos, induciéndonos hacia la perfección, desde su aristada apariencia.
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