Como si de una Karen Blixen contemporánea se tratase, se plantó sobre la cabeza un sombrero de paja, agarró con seguridad su tote bag y bajó del avión. Tras ocho horas de vuelo, pisaba Nairobi. Su aventura en la tierra de los Masái Mara arrancaba con un calor sofocante, de esos que piden a gritos prendas ligeras y versátiles.
Así escribe la firma suiza Akris el primer párrafo de sus particulares Memorias de África sobre la pasarela: pura esencia africana, verano, playas de Mombasa y estampado animal con aires geométricos. Albert Kriemler, cabeza pensante de la marca desde hace cerca de treinta años, apuesta para esta primavera-verano 2014 por tonos naturales, protagonizados por tierras, piedra y verdes casi grises.
Las propuestas de la marca, fiel a su estilo sofisticado, se centran en tejidos delicados y naturales, decorados con lineales animal prints. Son un must los vestidos que dejan los hombros al descubierto, las sobre-camisas oversize de cuellos redondeados y los mini crop tops de rayas; claves de una colección en la que la silueta femenina sale ganando, ensalzando sus formas, dotando de personalidad salvaje sus movimientos.
La firma acompaña sus propuestas con su icónico bolso triangular, un elegante maxi tote bag que es pura innovación, perfecto para combinar con todo tipo de looks de día. El bolso Akris se convierte así en parte destacada de los outfits de la casa suiza, que nos demuestra una vez más que artesanía y sofisticación son perfectamente compatibles.
Y ahora, con vuestro permiso, nos zambullimos en las aguas de Diani Beach. El Índico nos espera en Mombasa. Es tiempo de dejarse llevar por nuestro animal interior, ese que sabiamente nos recuerda que para disfrutar hace falta bien poco. Cuestión de actitud.
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