A veces, la inspiración que lleva a un artista a su creación trasciende finalmente a su obra y, cuando la observamos, no vemos sólo un bolso o una maleta, vemos también, o incluso más si cabe, la inspiración de la que nace.
Así sucede con esta línea de bolsos y maletas de Lancel... Las imaginas en la recepción de Grand Hotel, la maleta grande en piel natural que el botones prepara para su dueño, un tipo interesante, de los que viajan siempre sin descuidar detalle ni olvidar nada... un Humphey vestido de Larraby en París, en busca de su Sabrina; o la bolsa pequeña, de mano, también en piel natural y para el tipo aventurero que viaja con lo justo porque sus avatares y hazañas no le dejan tiempo para bolsas ni maletas... o no caben en su avioneta, quizá fuera de Santos Dumont tras aterrizar en París, de camino a un encuentro con su amigo Louis Cartier. También a la vista los maletines de hombres de negocios calzados como Gatsby y ellas, dejando atrás la recepción del hotel camino de las calles de París, su encanto y su magia... con su BB al hombro, como la Bardot...
En piel natural o tintada en tonalidades irresistibles, tres modelos cabin size: la maleta de ruedas con capacidad de 31l, la bolsa de viaje con sus 7 bolsillos para 7 pecados, el maletín con capacidad de 17l; y para tu comodidad y tus enseres de llevarte puestos, los bolsos para ellas y el maletín portadocumentos para todos.
No les falta de nada a las propuestas de Lancel para viajar, para una escapada de verano, y menos que nada, evocación en ninguna de sus piezas.
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