Nada más lejos que la casualidad en la moda. Cada colección tiene un concepto que se desarrolla en las prendas. Y el arte de su diseñador está en transmitir en telas y patrones el espíritu de su inspiración. En este caso, Albert Kriemler de Akris, se obsesionó con la arquitectura de la Cuadra de San Cristóbal una obra modernista del arquitecto mexicano Luis Barragán.
¿Y cómo se transforman estructuras de cemento en prendas superponibles y a la vez muy sofisticadas? Buscando la esencia. Resulta que una de las obras más destacadas del arquitecto es reconocida por su colorido. Los rosas fuertes de las paredes, contra el verde verdísimo del césped y el azul pleno del cielo que contrasta con una perfección tal que es imposible no enamorarse.
Las formas geométricas de la Cuadra también se ven en los diseños de Akris. Basta con echarle un vistazo a los complementos o a las prendas para ver líneas rectas, colores puros, estructurales. Y todo mezclado con texturas que parecen simples, como en el diseño de Barragán y que, como en esta obra, también son complejos. La paradoja de que parezca fácil lo más elaborado.
Esta colección crucero 2013-2014 lleva todo lo necesario para convertirse en uno de los favoritos de Charlene de Mónaco, una de las fans absolutas de Akris.
Prendas ponibles con colores impactantes, pero que no compiten con tu personalidad. Al contrario. Es la línea estructural que refuerza una actitud.