Creatividad, diseño, originalidad, calidad y una pizca de locura. Si hablamos de los imprescindibles que debe contener cualquier bolso –más allá de las barras de labios, el espejo, las gafas de sol y objetos similares a los que ninguna mujer renunciaría-, estas cinco cualidades serían probablemente la respuesta de la firma Braccialini.
Es italiana y eso ya lo dice casi todo. Pero, además, hay que tener en cuenta que Braccialini lleva la autenticidad hasta límites insospechados, más si cabe cuando hablamos de un bolso. Estamos acostumbradas a los complementos sobrios, que siguen unos cánones estéticos determinados y Braccialini se atreve a saltárselos en cada uno de sus diseños.
Las propuestas de su nueva colección no podían ser menos sorprendentes y tan solo basta con echar un vistazo a su catálogo para enamorarse de todos y cada uno de sus bolsos. Uno de los más llamativos es un camaleón con decenas de colores y forma redondeada, otro modelo lleva incrustados cristales a modo de piedras preciosas, algunos apuestan por la combinación de materiales y la tendencia bicolor, los cierres extra grandes o los estampados clásicos como el pitón.
El único requisito para lucir un Braccialini es estar dispuesta a llamar la atención y atreverse con todo, ¿estás preparada para colgarte uno del hombro?.
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