Ollin Arm Candy
Bolsos

Bolsos de papel

Arte, diseño y responsabilidad son las claves del éxito que se combinan en los bolsos de Ollin Arm Candy.

Cuando la diseñadora mexicana Olga Abadí descubrió en un mercadillo de Ciudad de México la técnica de la cultura maya para confeccionar bolsas aprovechando los materiales sobrantes del día a día tuvo una genial idea: hacer lo mismo con los envoltorios de caramelos. Tras los caramelos vinieron los chicles, las chocolatinas, los billetes de metro, los catálogos, los cómics. Así surgió el universo Nahui Ollin, hoy conocido por la marca internacional Ollin Arm Candy.

En un primer momento, se trataba de una empresa sin ánimo de lucro que pretendía ayudar a los menos favorecidos de ciudades como Querétaro o los suburbios de Ciudad de México. De ahí pasó a vender en la tienda del MoMA, a figurar en la Semana de la Moda de Milán con el patrocinio de Mercedes, a recibir el premio a la moda ética en la Semana de la Moda de París en el año 2009 o a que sus bolsos se vieran elevados a la categoría de mitos por su aparición en las series de televisión que marcan tendencia en Estados Unidos y en Nueva York en especial.

La técnica consiste en doblar cada envoltorio y plastificarlo para componer una estructura flexible, especialmente resistente al tratarse de material no biodegrabale,  y que permite jugar con colores, estilos, tamaños y ofrecer una obra de artesanía para cada ocasión.  Gracias a ello, miles de mujeres mexicanas pueden ganarse la vida o complementar su jornal desde casa.

En Madrid los tenemos en el Mercado de Fuencarral. Allí, los tinerfeños José y Edi explican cómo se enamoraron de la idea visitando el MoMA como turistas y decidieron apostar por Nahui Ollin Arm Candy. Olga Abadí y su cuñado Elías Abadí, su socio, han firmado acuerdos con empresas como el Metro de Nueva York, Pepsi, caramelos Tootsie, Dubble Bubble, etc. para la reutilización de envoltorios, o planos,  que por defectos tipográficos o por deterioros diversos estaban condenados a acabar en el vertedero. José enseña orgulloso la joya de la corona: es el bolso más elaborado, tarda cuatro días en ser fabricado, y está compuesto de cuatro mil envoltorios, doblados  y ensamblados a mano.

Nada es casual. El nombre de Nahui Ollin significa el quinto sol o el último sol e indica el cambio, la renovación. Y es, además, el nombre de guerra de la poetisa y pintora mexicana de los años 20 Carmen Mondragón. Es el homenaje personal de Olga Abadí a una de las figuras más ilustres de la cultura mexicana del siglo XX.

Arte, diseño y responsabilidad son las claves del éxito que se combinan en los bolsos, las pulseras, carteras y diademas de Ollin Arm Candy.

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