Etienne Aigner comenzó creando unos bolsos que causaron sensación en Nueva York hace más de medio siglo. Pero fue en 1965, cuando conoció a un hombre de negocios llamado Heiner H. Rankl, y juntos crearon la marca de culto Aigner, en Munich. La ciudad alemana era un lugar de progreso y futuro y por ello fue la sede de la firma.
Aigner sigue conservando la pretensión de crear verdaderos clásicos en bolsos de piel y accesorios. La firma se expandió rápidamente y tiene muchos puntos de venta internacionales y ha abierto más de 20 nuevas tiendas en Oriente Medio y hoy, es un referente en el sector del cuero. Una brillante combinación entre la precisión alemana y el diseño italiano.
La nueva colección de primavera de 2020 tiene nombre: Divine, y está dedicada a la belleza clásica y la sutileza y elegancia moderna. Esta temporada los bolsos son discretos y sofisticados, sin perder frescura y modernidad. Una colección que aspira a convertirse en un clásico de los bolsos.
La combinación del mejor cuero y los acabados metálicos, hacen que los bolsos se vean elegantes y atemporales. Juega con colores sutiles y discretos: azules, tonos beige, el clásico camel y pinceladas en marrón y borgoña. Unas piezas elegantes y clásicas que combinan con cualquier look.
Reinterpreta sus bolsos más icónicos: el Siena –con forma triangular y asas sujetas con doble tornillo-, la gama Mónaco –con forma de alforja y aires vintage- y el Artigiana –un clásico revivido que se caracteriza por sus dobles costuras-.
Unas piezas que modernizan los clásicos que Aigner guardaba como tesoros en sus archivos. Una vuelta al clasicismo, a la sofisticación y a la elegancia en los accesorios que están hechos con calidad y con la pretensión de perdurar en el tiempo, como las piezas de herencia.
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