Ni tú ni yo sabemos vivir ya sin móvil. De hecho llevamos en nuestro smartphone toda nuestra vida, los contactos, los números de teléfono que ya no memorizamos, el correo con todo lo importante de nuestro trabajo y esas cosas que te envía tu madre, las fotos de los mejores momentos de nuestra vida, el whatsapp con las gracias de tus amigos y las conversaciones familiares, la aplicación con la que pagas la zona azul, la que te mantiene en contacto con tus conocidos y con esa otra gente a la que sigues en las redes. Pero las posibilidades de un smartphone son tantas que hasta nuestra exigencia se ha convertido en un principio de mercado. Es cómodo tener un aparato con el que controlarlo todo, así que queremos que pueda hacer de todo. Y no todos los smartphone pueden. Por eso es lógico que el LG G5 sea el smartphone más premiado en el Mobile World Congress 2016 del que salió considerado el mejor smartphone del mercado.
Lo es no sólo porque sea el único smartphone modular del mercado que te permite añadirle módulos para que tu móvil, del que no te despegas nunca, tenga esa otra funcionalidad que necesitas, LG & Friends, buenos amigos: la LG CAM Plus que lo convierte en una auténtica cámara compacta para hacer mejores fotos; la LG HI FI PLUS diseñada por Bang & Olufsen para convertirlo en el mejor reproductor de música; la LG 360 CAM para hacer fotografías o vídeos de los 360 grados que la rodean y que no se queda nada fuera de cámara y verlas con sus ligeras gafas de realidad virtual LG 360VR; la LG ROLLING BOT que lo convierte en una cámara de seguridad que tanto toma vídeos y fotos como controla los electrodomésticos de tu casa; o ese detalle, ese fundamental, la batería extraíble que te permite cambiarla en cualquier momento por otra y seguir con tu vida sin el sobresalto de quedarte aislado del mundo, de tu mundo.
Y el rendimiento, las funcionalidades y prestaciones más completas, que lo convierten en todo un imprescindible tesoro: su impresionante procesador Qualcomm Snapdragon 820 con el que acceder a todas las aplicaciones o a las fotos y los vídeos, rápida, cómodamente, sin esperas; el nuevo cargador USB C con el que cargar la batería a una velocidad de vértigo, una batería que dura mucho más gracias a sus 2800 miliamperios hora; los intensos colores de su gran pantalla de 5,3’’ IPS QuadHD que se ajusta a la intensidad de la luz ambiente con su Daylight Mode, para mayor comodidad de nuestras retinas y un gran ahorro energético para mayor vida de la batería y más autonomía, y de esfuerzo al ver mensajes, fecha y hora en su modo Always On sin tener que encenderlo; y para esas fotos con las que tanto disfrutas y que tanto compartimos, la doble cámara principal de 16MP/8MP que puedes disparar al mismo tiempo y que incorporan esas cosas que la convierten en una cámara semiprofesional, como su magnífico gran angular 135”, estabilizador de imagen, zoom digital 8x, laser autofocus, control de disparo por gestos (para esas fotos a distancia) o el autoshot que intuye cuando te estás queriendo hacer un selfie y te hace la foto sin que tengas que tocar los botones, cómodo, caramba.
Y todo esto sobre las prestaciones de cualquier smartphone, todas esas de las que ya no nos podemos despegar y que son parte de nuestra vida, a las que tendremos que sumar todo lo que te da de más el LG G5 que además tiene un cuerpo de metal, resistente y funciona con Android. ¿A que lo piensas y ya las necesitas todas? Normal.
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