Amplificación digital de alta resolución. Son los nuevos altavoces de Klipsch, la empresa que fundara en 1946 el hombre que revolucionó la reproducción de audio en el hogar: Paul Werner Klipsch.
Las premisas de su fundador: alta sensibilidad o eficiencia, con la menor distorsión posible, con un amplio rango dinámico, para conseguir sonidos precisos para altos y bajos con amplificadores de baja potencia, llega hoy materializada en el Klipsch Stadium 2.1, el hermano de vanguardia de aquel primer altavoz con el que consiguió mejorar significativamente el sonido de los fonógrafos de los 40 llevando la música grabada de un concierto con un sonido natural a todas partes.
Un equipo de "rendimiento ultra alto" para el hogar perfecto para cualquier tipo de estancia, de la más pequeña a la más grande. Su tecnología Tractrix, aprovecha cada vatio de potencia con menos distorsión que cualquier otro consiguiendo impresionantes efectos de sonido para un amplificador de 400 vátios. Con todo tipo de conectores, desde Dual RCA analógica o USB, a Wi-fi o bluetooth para que conectes cualquier dispositivo en el que tengas tu música preferida, con la posibilidad de un jukebox que cambia de temas entre diferentes dispositivos, lo ideal para una cena o una fiesta con muchos amigos y esos momentos de "¿quién pone la música?".
El Klipsch Stadium no sólo destaca por ser uno de los altavoces más fiables del mercado, lo hace también por la belleza y elegancia de su diseño en aluminio pulido, por su tamaño de 21 de alto y 21 de fondo y un ancho de 53,3 centímetros, con una gran presencia en la decoración del salón, de la cocina, de una habitación o de una oficina, aunque sus casi 13 kilos de peso lo hacen portable y no portátil. Y no nos cabe duda de que satisfaría todas las expectativas de Paul W. Klipsch.
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