Cuando en los 90’ arrasaban los CD’s y la era digital parecía comerse viva a la analógica, algunos melómanos nostálgicos se resistieron a enterrar sus viejos vinilos y sus tocadiscos. No se equivocaron. Veinte años después, los platos siguen girando y los discos son mucho más que ese oscuro objeto de deseo, esa pieza fetiche propia de coleccionistas; también las nuevas generaciones redescubren su encanto.
Con la tecnología más actual y el diseño retro de los viejos tocadiscos de los 70’, TDK acaba de lanzar el Belt Drive USB. Su apariencia exterior es sobria, elegante y minimalista; de la superficie acabada en negro sólo sobresalen dos ruedas de control de aluminio para ajustar el volumen y la ecualización, el plato giradiscos y el brazo de aguja. Además de reproducir discos de 33 y 45 rpm con altísima precisión, permite grabar los vinilos de toda la vida en dispositivos portátiles para disfrutar de ellos en cualquier momento y lugar gracias al puerto USB y al software de vanguardia que lleva incorporados. Como es compacto y ligero se puede transportar de un sitio a otro con toda comodidad.