Bernard Arnault, propietario de la poderosísima LVMH; Jacques-Antoine Granjon, CEO de vente-privee.com; Xavier Niel, fundador y propietario de Iliad (la tercera compañía de móviles de Francia); Marc Simoncini, fundador de Meetic. Los cuatro son como los ángeles franceses de los negocios. De hecho hacen de tales, de Business Angels. Juntos acumulan fortunas y magníficas experiencias de éxito. La última más sonora a la que se han apuntado es Devialet, una empresa que ha pasado en 10 años de ser una start-up a ser la start-up premier del mundo.
100 millones de dólares más consiguió Devialet en la última ronda de inversión en diciembre del año pasado. 100 millones que servirán para impulsar su crecimiento, la expansión internacional e incidir en el desarrollo y la innovación de su tecnología única. ¿Qué hace Devialet para merecer esta inversión y el apoyo de figuras prominentes del emprendimiento? Pues de todo pero muy centrados.
Recuerda, Devialet nos enamoró el pasado octubre con el Gold Phantom, un potente altavoz inalámbrico de lujo en oro rosa de 22 kilates cuyo diseño, de por sí, nos tenía atrapados. Pero lo mejor y más fascinante era la calidad de su sonido. Ese sonido. Y la potencia. 4.500 ratios a 108 decibelios. Físico. Se Siente. A eso se dedica Devialet, a cambiar, experimentar, crear y desarrollar la tecnología con la que se consiga el sonido perfecto. Y si no lo han conseguido aún es porque les mueve la inquietud del creador perfeccionista. Para nosotros, que tenemos también el oído fino, el Gold Phantom ya supera la perfección. En todos los sentidos.
Ahora su revolución tecnológica da otro paso más allá para sorprendernos: el Studio Venezia. Una instalación acústica, viva, intensa, excepcional, para la 57 Bienal Internacional de Arte de Venecia. Este Studio de sonido que alcanza el nivel de espacio escultórico es obra del artista también francés Xavier Veilhan. De hecho tiene su inconfundible sello, ese que conduce con suavidad al espectador hacia la evolución, reinterpretación y recomprensión de los objetos y los espacios más comunes. Un ejercicio de traslación interdimensional a un espacio el que las reglas físicas alteran la percepción de lo que es o lo que ha sido.
Studio Venezia es de una singular belleza en la que (a excepción de los instrumentos, del piano, el xilofón, la batería) todo nos es familiar pero nada ha existido antes. Ni el sonido, ni las formas, ni la luz, ni el aspecto de la madera. Un estudio de grabación, una sala de música, de sonido, una feliz convergencia de la audacia en la innovación de Devialet y la indomable imaginación de Veilhan que juegan al mismo juego con una reglas básica común: innovación.
Un espacio al que nos sentimos atraídos y en el que podremos disfrutar de una experiencia acústica revolucionaria del Phantom. Así lo garantizan Sanni´y Nadin, CEO y diseñador, fundadores de Devialet. Y así lo garantizan el centenar de músicos invitados por Velan para probar el estudio y así lo contarán todos los que pasarán por la Bienal Internacional de Arte de Venecia desde el pasado 13 de mayo al próximo 26 de noviembre. Una buena excusa más para escaparse a la ciudad de los canales, para ver todo el arte posible (pasado, presente y futuro) y para llevarse en el cuerpo la experiencia sonora más impresionante de tu vida. Un plan más que serio.
Por todo esto -también por francesa- y por otras muchas cosas más que no caben en este review, algunos de los empresarios con más éxito de francia, como Arnault, Granjeen, Niel y Simoncini, están metidos en harina con sus dineros. Y Devialet creciendo, triunfando y cautivándonos a todos.
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