Estos imponentes altavoces son una creación nipona y son también ejemplo de como la tecnología y la artesanía, cuando trabajan juntas de la mano, crean objetos de incomparable funcionalidad y belleza, objetos bellos y útiles.
El sonido, el buen sonido, es algo así como el santo grial de todos y, más que de nadie, de aquellos que se dedican a intentar llegar a él en cada una de sus creaciones; no son pocos los altavoces y cascos de los que hemos hablado y de los que seguiremos hablando, pero ningunos son como el que traemos hoy a nuestras páginas, se trata de Rivers Tone, un par de altavoces que se presentan unidos y fabricados en oro macizo.
Rivers Tone son altavoces de oro por el metal en el que se materializan y también por la calidad de su sonido, se trata de un diseño sencillo y funcional de doble amplificador que da como resultado el de un producto excepcional, y es que no en vano la más alta calidad de sonido del mundo está en Rivers Tone, de ahí que cada unidad de estos altavoces sea fabricada a mano utilizando siempre materiales de alta calidad.
El responsable de la creación de unos altavoces tan fuera de lo común y de lo conocido es Michio Sakamoto, un ingeniero conocido y respetado en Japón que desarrolló buena parte de su vida profesional en Sony; Sakamoto atesora largos años de profesión dedicados a la búsqueda del mejor sonido y a la creación de los objetos más bellos y más útiles para convertirlos en contenedores de ese sonido puro; con Rivers Tone alcanza no sabemos si la cota pero sí al menos un hito excepcional en su desempeño porque no existen altavoces en imponencia y calidad de sonido comparables a Rivers Tone.
Eso sí, ten en cuenta que la versión en oro macizo de estos altavoces incluye 40 diamantes de talla perfecta que, dicen, acerca el precio de esta joya por encima de los 4.700.000 euros.
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