Curiosamente, el primer destino de este Ferrari no sería al garaje de un particular, sino el 32ª Salón de Ginebra, donde fue exhibido poco más de una semana después de que se terminó (marzo de 1962). Sin embargo, este no sería el último evento al que asistiría. Después de ser transportado por vía aérea a Luigi Chinetti Motors en Greenwich, Connecticut, se mostró en la sexta edición del Salón del Automóvil de Nueva York en el famoso Coliseo. Algún tiempo después, el coche fue vendido a su primer propietario privado, RJ Stallings de Phoenix, Arizona.
Con este propietario, entusiasta de las carreras, participó en las pruebas de velocidad sobre las pistas salinas de Bonneville en Utah, donde el coche alcanza una velocidad máxima de 145 kilómetros por hora.
Hata llegar a la Colección de Andrews, este Superamerica Cabriolet pasó por las cuidadosas y entendidas manos de media docena de propietarios, exhibiéndose en reconocidos concursos y exposiciones (Amelia Island Concours d'Elegance, Pebble Beach,...) recibiendo los mismos elogios que en los años 60 en Ginebra o Nueva York.
Este coche increíblemente bien documentado se acompaña de numerosas facturas de sus restauraciones, un archivo histórico detallado con varias fotos del coche de sus primeros propietarios, facturas de venta y también va acompañado por su certificación Ferrari Classiche, herramientas, un gato y un manual del propietario original.
El Ferrari 400 Superamerica, es tal vez el automóvil más exclusivo del mundo, se adapta a cada deseo de su propietario. La mayoría de Superamericas fueron destinados al transporte de miembros de la realeza, jefes de Estado, grandes empresarios, celebridades, y similares, el número de chasis 3309 SA, se caracteriza por sus apariciones en dos de los concursos de motor más famosos del mundo, así como por haber participado en la Bonneville Salt Flats. La adquisición de un automóvil tal debe ser tomada en serio, ya que no hay límite en cuanto a lo que con este Ferrari 400 Superamerica SWB Cabriolet puede hacer su próximo dueño.
Ya se trate de concursos eventos, reuniones de época, o incluso una carrera de alta velocidad en Bonneville, este Superamerica está listo para cualquier cosa. Es la joya de la corona de la Andrews Collection por delante de los tres modelos presentados ya en loff.it hace unos días.
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