El próximo 20 de junio Christie's sacará a subasta una pieza espectacular: una esmeralda de 18,4 quilates, quer fue propiedad de la familia Rockefeller, engarzada en un anillo de platino y diamante. Se trata de un anillo único que es además obra y arte del célebre joyero americano, amigo de la familia Rockefeller, Raymond Carter Yard.
La historia de este anillo comienza con un broche e incluso antes de él, cuando Raymond Carter Yard conoció a John D. Rockefeller Jr; ocurrión mientras Yard era aprendiz en de un maestro joyero en un establecimiento de Manhattan. A Rockefeller le gustaba la honestidad de Yard y su saber acerca de las piedras preciosas con las que trabajaba, tanto es así que lo animó a abrir su propia joyería y Yard lo hizo a la edad de 37 años. Su establecimiento fue un éxito gracias en gran media a su buen hacer como joyero pero también gracias al apoyo que recibió de Rockefeller, que lo presentó y recomendó a las familias más adineradas de Nueva York.
En 1930 John D. Rockefeller Jr. le regaló a su mujer un excepcional broche de esmeraldas colombianas diseñado por Van Cleef y Arpels; ese broche fue desmontado años más tarde y las esmeraldas que lo conformaban repartidas entre los niños de la familia Rockefeller, a David le correspondió la gran esmeralda central y decició llevárse al joyero de la familia, Raymond Carter Yard, para que la montara en un anillo, una espléndida pieza que será subastada el próximo día 20 de junio y cuyo precio de venta no sólo no será inferior a los 4 millones de dólares sino que podría alcanzar los 6 millones.
El soberbio precio de esta joya se debe a la rareza de la esmeralda, dado que no es fácil encontrar piedras de este tamaño y belleza, son pocas las esmeraldas de esta calidad que aparecen en el mercado y ese extra de exclusividad sube si cabe el importe de la subasta. ¿Cuál será finalmente su precio de venta? lo sabremos el próximo día 20 de junio.