Subastas

1'5 millones por el Lister-Jaguar 'Knobbly'

Comprado inicialmente por la leyenda Briggs Cunningham.

La vida del norte-americano Briggs Cunningham es de novela, piloto de carreras y de barcos, deportista, empresario, constructor de coches y ganador de números premios en todas las competiciones en las que participó. Desde mediados del pasado siglo Cunningham se hizo célere en todo el mundo por sus logros que le llevaron a varios Hall of Fame, el de la America’s Cup, del Motorsport of America, y en el International Motorsports.

Menos conocido es Alfred Momo, nada que ver con la Momo de Giampiero Moretti. director e ingeniero de su equipo. Ingeniero de vuelo del Roma Tokio de la Italian Air Force de 1919, trabajaría par Rolls Royce en América durante 28 años al tiempo que era vicepresidente ejecutivo del distribuidor Inskip antes de fundar la Momo Corporation. Con Cunnigham desarrolló una estrecha amistad de la que surgirían los años más competitivos de Briggs en las competiciones de motor.

En 1958 ambos se presentaron ante el famoso constructor de Cambridge Brian Lister que estaba preparando dos coches para la escudería escocesa "Ecurie Ecosse" con chasis BL EE: el 101 y el 102. Cunningham y Momo convencieron a Lister fácilmente y se hicieron con ambos vehículos a tiempo de participar en las 12 horas de Sebring. Ambos montaban motores Jaguar XK de 3,78 litros de seis cilindros. El 101 no terminaría la competición, un fallo poco usual en aquellos motores Jaguar, un fallo en un pistón.

El diseño de la carrocería de Lister representaba una visión de la aerodinámica de la época y recibió el nombre de Knobbly, nudoso, huesudo, bulboso, en relación a los bultos sobre las ruedas y en la trasera del piloto que definen la personalidad de este hito, un diseño espectacular y singular ajustado por Momo en las competiciones de finales de los 50 y principios de los 60 para el piloto del equipo de Cunningham, Walt Hansgen.

El 101 Lister Jaguar perteneció a Cunningham hasta mediados de los 60. Su segundo propietario, el piloto británico Chris Drake, lo utilizaría en acontecimientos históricos antes de vendérselo al coleccionista Roger Williams que lo restauraría sobre las modificaciones y ajustes de Momo. Un último propietario, el coleccionista Terry Larson, ha cuidado de él hasta hoy.

Con un motor tipo D de 3,8 litros y el original Jaguar de 3,75 litros de Momo, será subastado en Móncao el próximo 10 de mayo. Su precio de partida es de entre 1,5 y 1,75 millones de euros, el precio de una leyenda.