A nadie se le escapa que Rusia se ha convertido en uno de los mercados más codiciados. La crisis financiera ha dejado los bolsillos de los países occidentales con mucho menos de lo que era lo normal a principios del siglo XXI y han tomado el relevo los nuevos oligarcas. Así, son muchas las firmas que han decidido abrir en Moscú cuarteles generales y ahora es el turno de Versace.
La marca italiana ha elegido el 14 de Stoleshnikov Lane para abrir un local en cuya concepción han trabajado de forma conjunta Donatella Versace y el arquitecto inglés Jamie Forbet, especializado en la ampliación de zonas históricas integrándolas en zonas contemporáneas, así como en la urbanización de edificios de museos como el Victoria & Albert. El resultado, un espacio de 250 metros en el que todo ha sido dedicado a mayor honra del color dorado.
Lujo y opulencia es lo que más gusta al público ruso, de ahí una de las razones de la elección de un color que, en la historia de Versace, también ha sido uno de los más icónicos. En la construcción de la boutique, además, mosaicos de mármol, elementos de bronce y muebles de metacrilato, creando en conjunto un ambiente lujoso y contemporáneo en el que se presentan las colecciones pret-a-porter y accesorios tanto masculinos como femeninos.
Como punto de encuentro entre pasado y futuro, los suelos de la boutique son mosaicos inspirados en las iglesias bizantinas del siglo IX, en contraste con paredes y estanterías de plexiglás que parecen flotar en el aire. Además, estrellas que se suceden por diferentes rincones, en bronce.
Para celebrar la apertura, Donatella ha diseñado un bolso de edición limitada al que ha llamado Чао Versace (Ciao Versace). Adornado con clavos de oro y elaborado en cuero tejido a mano y también teñido de color oro, está disponible en piel de becerro, en pitón y en piel de potro. Cada pieza lleva, además, una etiqueta de piel desmontable con las palabras Чао Versace escritas en oro.
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