Cuando Lander Urquijo decidió que ya era hora de independizarse y abrir su propio negocio, se puso manos a la obra con la seguridad del que sabe que es el número 1 en su campo. Su pasión por la sastrería le ha permitido vestir a personalidades y hombres de negocios de toda Europa, y en todos sus trajes deja su impronta, porque no se conforma con hacer lo mismo de siempre, sino que le gusta innovar, que cada prenda sea un reto.
Así, no es de extrañar que en catálogo haya todo tipo de chaquetas reversibles en materiales y colores que apenas se encuentran en otras boutiques; o que el número de telas en las que se pueda escoger un traje a medida sea tan abrumador que casi necesites un buen rato para decidirte por una. Lo mismo con los muchos detalles que acompañaran cada pieza: que si el color del ojal, que si su ancho, que si el diámetro, que si los botones... Si es casi imposible que dos trajes a medida sean iguales, en el caso de Lander es realmente una utopía que se llegue a dar este caso.
Esta temporada está, además, de enhorabuena, ya que ha abandonado su boutique de la calle Serrano, muy acogedora pero quizás algo escondida al no tener grandes escaparates, por una gran tienda que simboliza también su estatus de gran creador. Se encuentra en la calle Claudio Coello y llega tras el éxito de dos aperturas también recientes: la de Bilbao, en la calle Colón de Larreategui, y la de París, en la rue des Quatre-Vents, que ha significado el espaldarazo internacional definitivo a la firma (y que ha ahorrado a muchos clientes franceses el tener que desplazarse a Madrid para encargar un traje).
La de Madrid es un espacio de 330 metros cuadrados en el que la protagonista es la madera: en suelos, muebles... siempre con una factura clásica que, al mismo tiempo, permite brillas a la ropa. En una primera estancia, son los complementos y las líneas 'casual' las que llaman la atención. También aquí se encuentran las americanas, chalecos, jerseys... de las colecciones pret a porter.
Pero la estrella de la boutique es The Apartment, un espacio interior, muy acogedor, al que se accede tras traspasar una gran puerta gris, dedicado a la sastrería a medida, con su propio saloncito y zona de pruebas, pensado para que no haya más de una pareja de clientes al mismo tiempo. Sillones Chester, mostradores de antiguas sastrerías, una barra vintage de bar... Toda la decoración está cuidada al detalle para asombrar, tanto como con el traje que luce a la perfección.
La moda masculina empieza, poco a poco, a conquistar la Milla de Oro.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9