La nueva tienda principal de Polo Ralph Lauren en la Quinta Avenida ha sido el lugar elegido por el diseñador norteamericano para abrir un espacio muy especial: el Ralph's Coffee, es decir, su primera cafetería. Se suma, de este modo, a la última moda en Manhattan, que es el que las principales boutiques y grandes almacenes de moda tengan un espacio dedicado a tomar café y, de paso, comprar alguno de los complementos que han creado en torno a la bebida más famosa del mundo.
El propio diseñador se ha declarado un amante de ello. "El olor del café recién hecho evoca muchos recuerdos para mí, sobre todo los que implicaba a mis amigos y a la familia, la gente que quiero, acompañándome", dijo durante la inauguración, a principios de este mes en Nueva York. "Quería desarrollar mezclas de café bajo ese espíritu, crear un lugar donde la gente pudiera reunirse y tomar un descanso de sus días ocupados". Y lo ha hecho, ya que se comercializa en la tienda el propio café Ralph Lauren, del mismo modo que en un Starbucks, por ejemplo.
La decoración sigue los cánones estéticos de la firma, que como cuenta con todo tipo de divisiones, incluida la decoración de hogar, es fácil de constatar. No se ha pasado por alto ni un solo detalle, ya se trate de crear un suelo que forma un mosaico de azulejos pequeños de color blanco, un techo abovedado, una iluminación hogareña con lámparas de metas, mesas de mármol, sillas de estilo vintage, bancos de madera tallados a mano...
Y además de camisetas, latas y bolsas de café, es posible picar algún dulce o un sándwich, así como paninis calientes, zumos de frutas ya envasados, bolsas de patatas fritas orgánicas, batidos, refrescos... Porque no solo se sirve una única bebida en la nueva cafetería de moda de la Quinta Avenida.
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