La elegancia de Longchamp, nacida de la audacia del primer Cassegrain en piel, luce desde el pasado día 21 de junio en todo su color y en la milla de oro de Madrid. 250 metros en madera de haya, vidrios serigrafiados, acero inoxidable, lacados y piel para dar lugar y cabida a la contemporaneidad y el estilo de una marca de origen francés y ser universal.
Jean Cassegrain heredó de su padre un pequeño negocio de tabacos y tuvo una idea que, en su audacia, puso en práctica... así del tabaco pasó a los accesorios en piel para los fumadores, sus pipas, puros y cigarrillos dejando atrás la estanquería 'au sultan' para ponerse al frente de 'Jean Cassegrain compagnie' y, ya mano sobre mano y en la piel, fue ampliando sus diseños y accesorios para hombres de negocios, viajes, mujeres... llegando a Longchamp, un nombre que le pareció evocador y perfecto.
Desde la audacia de Cassegrain hasta la actual elegancia de Longchamp, se han sucedido diseños icónicos que han conquistado los gustos más dispares en todo el mundo, de ahí sus más de 1800 puntos de venta en más de 100 países y camino de las 300 boutiques. Una de ellas, en la calle Serrano de Madrid, reabre sus puertas bajo el espíritu en el que se componen las tiendas Longchamp desde 2010: el cuidado de su patrimonio histórico, propio de una marca con más de 60 años de vida, y de los diseños universales, iconos incluso, que sostienen la contemporaneidad de la marca.
Así los 250 metros de tienda se distribuyen no sólo para mostrar accesorios en piel para su venta sino también para representar un paseo a través del tiempo y la historia de Longchamp: el espacio más amplio para los it bags y junto a ellos calzado y la colección ready to wear; en la sala contigua, las líneas masculinas, viaje y business; y un tercer espacio para la historia vida de la marca en un arcoiris de colores, el dedicado a los bolsos Le Pliage®, icono de Longchamp.
En el número 21 de la calle Serrano, sin duda una boutique fácil de encontrar... para perderse luego en ella.