París, la ciudad de las luces, del amor y también la capital mundial del perfume y la cosmética. Hay quien dice que encontrar el perfume adecuado puede ser el mayor arma de seducción de una mujer y, sin duda, toda aquella que aún no lo haya encontrado debería buscarlo en París.
Cada calle de la capital francesa tiene su propia esencia pero, al pasar por el número 68 de la Avenida de los Campos Elíseos, el esplendor y la magia de Guerlain cautivan los cinco sentidos de todos los que pasen por allí. Es en esa dirección, la más emblemática de la Maison francesa, donde se encuentra la espectacular boutique que dedicada sus cuatro plantas a mostrar los perfumes y productos cosméticos de la marca.
Esta tienda abrió sus puertas en 1914 en un elegante edificio construido por el arquitecto Mewes, que diseñó también el Hotel Ritz de la Plaza Vendome. Durante décadas, la propia familia Guerlain vivió en su primera planta, más tarde ese espacio se convirtió en oficinas y ahora el edificio se completa con un restaurante y un espacio dedicado a los tratamientos de belleza.
Todo un paraíso de cuatro pisos en el cual se ofrece una completa experiencia Guerlain. El mármol blanco, las cenefas artesanales y los altos techos contrastan con elementos contemporáneos dorados y de líneas rectas, que convierten los 1.600 metros cuadrados un lugar único lleno de luz, historia y tradición.
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