Furla se lanza a la conquista del mercado americano comenzando por Nueva York y lo hace con dos acciones que se complementan: la apertura de su primera flagship store en la Quinta Avenida, y la presentación de una colección, en edición limitada, que responde al mismo nombre.
La firma italiana de marroquinería confirma así la buena salud de sus cuentas y amplía su estrategia de crecimiento no solo manteniendo su buen ritmo de apertura de boutiques sino lanzándose a inaugurar la que es, probablemente, la más espectacular de sus tiendas, que lo es desde su ubicación hasta su interiorismo pasando, por supuesto, por las propuestas Furla que acoge.
En cuanto a la tienda, en Furla lo tenían claro, si querían transmitir su esencia italiana de exclusividad y diseño en Estados Unidos, era indudable que la ubicación estaba en la Quinta Avenida pero, además, no se conformaron con elegir un local bello sino que lo han decorado remarcando la estrategia expansiva de la firma y sus buenos resultados; palisandro, mármol travertino italiano, vidrio opalescente y latón son algunos de los materiales con los que se ha creado un ambiente cálido y acogedor en el que la belleza de los complementos de Furla es, sin duda, lo más destacado.
En esta nueva boutique se presenta además una edición limitada que hace honor a la ciudad que la recibe; se trata de una selección de bolsos, marroquinería y accesorios que incluyen los diseños icónicos de la firma y las nuevas propuestas. Es una colección muy urbana y cosmpolita, pensada para una ciudad moderna y vanguardista, la cuna del pop art.