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El arte y la academia del abalorio

Abalorios P y C., en Villaviciosa de Odón, toda una Academia del Abalorio.

Vanessa Martín apareció en Cada Mañana Sale el Sol, aquella locura que perpetramos en ABC PUNTO RADIO, con sus pulseras alegres, divertidas y coloridas, y fue un descubrimiento. Tiene algo de artesana de toda la vida y es campeona en la perseverancia, y ha huido de Madrid a la tranquilidad de Villaviciosa de Odón para vivir mejor y para emprender una aventura a la que ha llamado Abalorios P y C., un descubrimiento de tienda en la que además instruye a quien se apunta a sus cursos en el arte de engarzar la cosa, que no es fácil. O sea, que se ha montado una Academia del abalorio, que es un afán.

El abalorio es una cuenta o bolita que sirve para hacer collares, pulseras o adornos. Ensartándolo en hilo, alambre u otro material semejante. Y nunca más atinado el nombre de un local que ella ha adornado con gusto, colorido y esmero, y te atiende como si estuviera en el salón de su casa, y te llevas los abalorios que tiene ya hechos o te lo monta como a ti te gusta con las piezas que vende por separado, sin engarzar, o te llevas el material a tu casa para hacértelos tú en los ratos de ocio mientras piensas, o te relajas.

Está instalada en el centro Villaviciosa, en la calle de la Ruda, 4. El local es un monumento de lo suyo, la cuenta, la cuentecilla, la lentejuela y el adorno, pero del Siglo XXI. Piensa en todas las edades y te puedes ensortijar lo mismo un ángel de la guarda que una calavera, una estrella de mar o un clip, una nota musical o una flor. Y trabaja todos los materiales. Surca por el cuero, la plata o el caucho, y se estira en los colores, y no le falta uno.

Cuando entras Vanessa y su gente te atienden como si fueran las inventoras de la cosa, porque cuando uno se aplica a lo suyo con tanto interés y talento es un invento cada día en la novedad a la moda y a lo suyo, que es más moda, el gusto de cada uno.

Por allí te encuentras en la tienda lo mismo a una parroquiana que a una estrella del rock o a un presentador con trienios de radio, y todos salen contentos, divertidos, y cargados de abalorios, porque no te llevas uno, cargas siempre con varios para regalar, porque Vanessa es inteligente y no se sube a la parra, y cobra lo justo, o sea, que aunque no te lo haga, te vas sintiendo que te ha hecho descuento. Un descubrimiento.