¿Qué es lo que convierte a algo en tendencia? Para muchos, es cuando diseñadores, firmas y críticos coinciden a la vez en el uso o en la admiración por un objeto, un tipo de tela, un color, un complemento... Su perdurabilidad en el tiempo dependerá de lo mucho o poco que tarde en llegar la siguiente moda, así como de la facilidad en adquirir o incorporar ésta por parte del público en general. De un tiempo a esta parte, los armarios se llenan de tonos flúor y las cocinas, de cupcakes.
El fenómeno 'maleni', que ha encumbrado a estos dulces norteamericanos a la categoría de arte y los ha erigido en protagonistas del diseño más cursi, se ha colado en todo tipo de prendas, estampados, cestas de regalos, meriendas... y ahora, de la mano de Dior, en los grandes almacenes Harrods de Londres. Hasta el próximo 16 de abril, la cuarta planta del 'emporio' de los Al-Fayed es el lugar elegido para albergar el Café Dior. Allí se podrán degustar las magdalenas creadas por la casa francesa para esta ocasión, con un 'frosting' sobre el que se han colocado algunos de los iconos de la marca, como el bolso Lady Dior o el vestido Muguet. Su precio, alrededor de 25 euros.
No es lo único que se puede degustar en este singular y efímero café situado en el restaurante Georgian de Harrods. Allí también se sirven los platillos favoritos del fundador de la firma, como el Sandwich Club de langosta, la tortilla de trufa negra o el filete Dover sole a la meunière (un plato de lenguado a la plancha), recetas de época que entroncan con la fascinación del Sr. Dior por el siglo XVIII.
Es el contrapunto gastronómico a toda una serie de actos de la firma francesa en estos grandes almacenes, cuyos escaparates ha decorado con una serie exclusiva de objetos. Entre ellos, en primicia mundial, la nueva fragancia 'Gris Montaigne', creada por el nariz François Demachy. Si eres amante de las 'cupcakes' y de Dior, tienes una semana para probar sus bocados más dulces.