La historia de Cassina es la historia de la excelencia del diseño internacional. Ya desde sus orígenes, en 1927, demostró una extraordinaria sensibilidad hacia las nuevas tendencias artísticas, además de una inclinación casi visionaria respecto al mobiliario. Fundada en Meda (norte de Italia) por los hermanos Cesare y Umberto Cassina, sus colaboraciones con referentes de la arquitectura y el diseño (Le Corbusier, Pierre Jeanneret, Charlotte Perriand) la elevaron a la cima. Pero fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando la firma italiana asestó el zarpado definitivo al universo tradicional del mobiliario con una apuesta inédita: el diseño industrial.
Desde entonces, la esencia de Cassina ha dejado su impronta pionera en salones, ferias y muestras de todo el mundo. Hoy no sólo es un referente en el sector. Sus piezas forman parte de las colecciones permanentes museos como el MoMA o el Centre Pompidou. Su línea Cassina I Maestri constituye un homenaje continuado a esos grandes maestros del movimiento moderno que revolucionaron el concepto de mobiliario, manteniendo sus valores originales a través de reinterpretaciones creadas por los genios del diseño actual como Mario Bellini, Piero Lissoni, Magistretti, Pesce, Zaha Hadid o Phillipe Starck .
Desde el pasado mes de noviembre, Madrid cuenta con un nuevo templo del diseño de interiores y el mueble de lujo. Como parte de un ambicioso proyecto de expansión que coincide con la celebración de su 90 aniversario, Cassina se consolida en nuestro país con la que será su tienda insignia. Ubicada en pleno Barrio de Salamanca, Cassina Madrid dedica casi 400 m2 a la decoración contemporánea. Pero también a transmitir los valores y esencia de la marca: tecnología y tradición. Por supuesto, calidad, investigación e innovación.
Tres inmensos escaparates sobre la calle Lagasca permiten vislumbrar parte de un interior donde conviven los grandes iconos del diseño italiano del siglo XX con piezas de los creadores contemporáneos de más rabiosa actualidad. Patricia Urquiola, directora creativa de Cassina desde 2015, ha coordinado el interiorismo bajo un novedoso concepto: In-store Philosophy 3. El objetivo es sencillo, crear un punto de encuentro entre arquitectos y clientes para comunicar y establecer nuevos lazos. En definitiva, trasmitir una nueva forma de expresión contemporánea. ¿Cómo? A través de la propia decoración. El espacio, explica Urquiola, no puede ser un contenedor de paredes grises.
Materiales fríos, como mármoles y resinas rivalizan con la calidez de las maderas nobles, creando profundos contrastes visuales. Igual sucede con el color y la iluminación, fundamentales para destacar el carácter de la firma. Azul, verde, naranja, rojo, mostaza separan ambientes y acentúan la belleza de las piezas expuestas. Mientras la planta baja se distribuye en acogedores ambientes domésticos, separados mediante pantallas de aluminio anodizado y rejillas verticales, la primera se concentra en mostrar el universo Cassina en todo su esplendor. Productos icónicos como las butacas Utrecht de Gerrit T. Rietveld o la novedosa Gender de Patricia Urquiola ensalzan su presencia gracias a los mencionados efectos decorativos y arquitectónicos.
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