Una firma de sastrería fundada en 1958 por un napolitano. Sí, probablemente no haya nada más italiano en el mundo entero y ese es, precisamente, el objetivo de Caruso, que hace de este país su fundamento cultural con el que vestir al hombre con lujo y modernidad gracias a 600 expertas costureras y sastres que fabrican mil trajes y chaquetas personalizadas al mes.
Y sí, tal y como estás pensando, es uno de los mayores referentes internacionales para aquellos ‘signori’ que apuestan por la etiqueta italiana y por la construcción artesanal a la hora de hacer de los materiales y los procesos de calidad el mejor valor de la prenda que llevan puesta. Unos ideales exclusivos que han llevado a Caruso a instalarse en medio de las avenidas más reconocidas de Manhattan, como son Madison y Park Avenue.
Si decides cruzar sus puertas de estilo barroco y cristal, la Italia más profunda se antepone en la que fue la galería de arte Spanierman, un destino exclusivo de antigüedades y obras maestras antiguas. Las raíces de la marca continúan con la decoración de una boutique de esta envergadura, única en el mundo: la terraza panorámica del palacio patricio italiano interpretado sobre 12 columnas de madera que realzan la perspectiva lineal. En caso de que optes por la sala VIP, donde poder degustar visualmente los tejidos propios de la firma para la próxima primavera-verano, como Trio, en el que se unen los hilos del mohair, la seda y la lana, encontrarás el Teatro alla Scala de Milán, con su correspondiente cortina de terciopelo. Todo ello fabricado con materiales procedentes de la propia Italia, entre los que se encuentran los antiguos suelos de roble y un tipo especial de terracota veteado proveniente de las planicies del río Po.
Un paraíso para los amantes del arte de la fabricación y un escaparte de la sofisticación made in Italy…
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9